Busca tu milagro

¿Acaso hay algo imposible para el Señor? Gn 18:14

En Genésis 18, vemos como Dios se manifiesta en la vida de Sara haciéndole esta pregunta; ¿Acaso hay algo imposible para el Señor?. Lo imposible era pensar que Sara siendo una anciana pudiera concebir. Esta mujer ya había perdido todas las esperanzas, su fe era inexistente. Sin embargo, los mensajeros del Señor le indicaron que en un año vería cumplida su promesa. Puede parecer poco tiempo un año, pero tenemos que recordar que Sara llevaba años esperando un hijo, y con el pasar del tiempo sus esperanzas se habían esfumado.

La historia nos relata que Dios cumplió su promesa. Sara siendo una anciana al igual que su esposo Abrahm pudieron tener un hijo, Isaac. Ciertamente vemos como Dios cumplió, no en el tiempo en que Sara deseaba que fuera, sino en el tiempo de El. Cuantos de nosotros hemos dejado atrás las promesas que Dios nos ha hecho, simplemente porque ha pasado mucho tiempo y no vemos nada. Sueños que han sido enterrados, talentos han sido escondidos, sólo porque Dios no ha hecho nada, según nuestra percepción.

No obstante, es hora de cambiar nuestra manera de pensar y recordar que el mismo Dios de Génesis 18, es el mismo Dios hoy día. Por lo tanto, aún en nuestros días Dios continúa realizando milagros. Desde milagros que podemos considerar pequeños, hasta milagros imposibles de creer. El enemigo quiere que pensemos que Dios se olvidó de nosotros o que aquella promesa fue quizás producto de nuestra imaginación y emoción.

Es hora de creerle a Dios, es hora de retomar nuestros sueños y seguir hacia adelante en el nombre del Jesús. Pensemos en cuantos ministerios están enterrados, solo porque alguien dijo que era imposible o que era una locura. Recordemos que a Cristo lo tildaban de loco y radical. No obstante ese hombre vino hacer lo imposible, a salvar al mundo y a darte vida eterna.

Que nadie te robe tus sueños, que nadie te quite las promesas que te pertenencen a ti. Solo basta esperar el tiempo de Dios que es perfecto. Por tal razón, busca tu milagro, llámese como se llame, no dejes de creerle a Dios y cuando El se manifieste a tu vida recuerda que toda la honra le pertenece a El.