¿Qué pide Jesús de mi en ésta Navidad?
- Keila Febo
- 11 dic 2016
- 2 Min. de lectura
6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Isaías 9:6-7Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Nos encontramos en la cuenta regresiva para celebrar Navidad. Unos se preparan realizando compras para regalos a sus amigos y familiares. Otros, compran cosas para adornar sus hogares, pintan y hacen todos los arreglos que estiman necesarios.
Por otro lado, muchos en esta época se deprimen, ya sea porque están solos o porque en estas fechas perdieron a un ser querido.
Para muchos la Navidad, significa algo diferente y tienen recuerdos distintos de la misma. No obstante, debemos de tomar un momento y pensar en ¿Cuál es el verdadero significado de la Navidad? y aunque parezca un cliché debemos de tomar el tiempo para pensar en ello.
En la Navidad, celebramos el nacimiento de Jesús, o sea que es su cumpleaños. Aunque no sabemos la fecha exacta de su nacimiento, se ha escogido esta fecha para celebrar tan hermoso evento. Por tanto, al igual que nosotros que tenemos peticiones en nuestro cumpleaños, si Jesús nos fuera a pedir algo esta Navidad sería lo siguiente:
1. Cambiar nuestra mentalidad de consumismo: Esto significa que no importa si tenemos dinero o no para regalar, si adornamos nuestra casa, o si tuvimos las vacaciones que deseábamos lo importante es que nuestra mente debe de cambiar esa visión de consumismo, y dar gracias porque Jesús nació y porque gracias a El tenemos redención.
2. Limpiar nuestro corazón: Así como hacemos las limpiezas navideñas en el hogar, tenemos que limpiar nuestro corazón del egoísmo, la tristeza, el resentimiento y tantas cosas que a Dios no le agrada. Este es un ejercicio que cada uno de nosotros debemos realizar constantemente. Si nunca lo hemos hecho, Navidad es un buen momento para comenzar.
3. Amar al prójimo: Siguiendo el legado de Jesús recordemos que El anduvo con prostitutas, con la viuda, el ciego, el cojo, el leproso y con todos aquellos que la sociedad rechazaba. Nuestra meta como cristianos es alcanzar la estatura de Cristo. Por esa razón, tenemos que empezar amando a nuestro prójimo pero sobre todo, aquel que ha sido rechazado por la sociedad.
Preparemos nuestra mente y espíritu para hacerle este regalo a nuestro Salvador. El nos ha dado mucho en todos los años de nuestra vida, cosas que no merecemos. El nos ha regalado su amor y misericordia para con nosotros. Por mi parte, yo comenzaré a trabajar para hacerle este regalo al Señor, ¿Y tu?
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